Discapacidad y falta de una respuesta sensible a la situación desnuda la historia de Griselda Ravanelli y su marido, ambos jubilados que tienen un carro pochoclero en la Plaza López de San Lorenzo.
Para poder vivir y después de atravesar difíciles situaciones personales, esta pareja se instaló en la plaza del barrio San Martín con su emprendimiento ya que es un lugar público muy concurrido.
Ambos padecen una discapacidad que hace que un baño sea una necesidad primordial por lo que Griselda, solicitó en la Municipalidad la posibilidad de la instalación de un baño químico en la Plaza, no sólo para ellos sino que también para la gran cantidad de familias que que asisten al lugar, donde hay juegos para niños.
La insensible respuesta fue «NO», porque no hay plata.
Otra alternativa era el baño de la vecinal San Martín que se encuentra frente a la plaza pero se replicó el «NO» excusándose que no cuenta con baño adaptado para discapacitados ni área protegida según contaron en un informe emitido por «Un día de Gloria» que se comunicó con Florencia Cittadini al frente desde unos meses de la vecinal del barrio San Martín que brinda las explicaciones del caso.
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