Unas semanas atrás la propietaria de un local del paseo del pino contó cómo le habían robado ropa de su comercio y publicó la foto de la supuesta ladrona en Instragram
Silvia, la joven escrachada se defiende. En comunicación con «Un Día de Gloria» sostiene que entró al local a comprar. De hecho adquirió una prenda, miró otras, pagó y se retiró. Piensa iniciar acciones legales contra la dueña del local comercial por verse afectada en su integridad. Indica que la llamó gente que vio las fotos y que no pudo salir a la calle por unos días de lo angustiada que estaba por la situación.
La honorabilidad de una persona que se vio profundamente afectada. La pregunta es hasta qué punto se pueden realizar este tipo de denuncias sin fundamentos en redes sociales.
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