9 abril, 2025

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Una maravilla natural a pocos kilómetros para pasar unos días inolvidables: Miramar de Ansenuza

La provincia de Córdoba lo tiene todo y en su listado de maravillas naturales no podía faltar uno de los humedales salinos más grandes del mundo: la Laguna Mar Chiquita.

Una maravilla natural y un pueblo ribereño que se alza a sus pies, Miramar de Ansenuza. Gracias a las muchas opciones de disfrute y entretenimiento, este destino cordobés cada día recibe más turistas y aumenta en popularidad.

Hay muchos motivos por los cuales vale la pena hacer una escapada o tomar unas vacaciones en Miramar de Ansenuza. Por un lado, el enorme espejo de agua de la laguna posee una biodiversidad única y es todo un paraíso para los amantes de las aves. Asimismo, es el destino ideal para los aficionados de los deportes náuticos de vela, kayaks o a motor, la pesca y el turismo de playa. Miramar de Ansenuza se distingue también por su oferta en alojamiento y gastronomía. Los fotógrafos, por su parte, se darán un verdadero festín gracias a sus paisajes llenos de encanto y mágicos atardeceres

 

Hoy en día, Miramar recibe al viajero con una costanera de más de 3 km, desde donde se disfruta de una inigualable puesta de sol. Además, cuenta con playas de arena artificiales, una excelente propuesta gastronómica y muchas alternativas de alojamiento. La historia de este pueblo que resurgió de entre las ruinas lo posiciona como uno de los destinos turísticos más elegidos de Córdoba.

La Laguna Mar Chiquita de Córdoba es conocida también como Mar de Ansenuza y es famosa gracias a sus propiedades curativas. Este impresionante espejo de agua salada es tan grande que puede verse fácilmente en cualquier foto satelital de Argentina. De hecho, es uno de los humedales salinos más grandes de Sudamérica y del mundo. Dicho de otro modo, es un verdadero mar en medio de la llanura cordobesa.

 

Alrededor de Mar Chiquita se ha desarrollado un complejo ecosistema y una abundante biodiversidad. Esto dio lugar a una gran variedad de ambientes, como ser lagunas permanentes y temporarias, cauces de ríos, playas barrosas, bosques, salinas, amplios pastizales y más. Todo este conjunto crea un escenario de gran valor paisajístico, ecológico, económico, cultural, científico y recreativo.

Por estas características, la laguna se ha convertido en el destino por excelencia para la observación de aves. Los bañados que forman la laguna son el hogar del flamenco austral y muchísimas aves migratorias provenientes de todos lados para su reproducción, incluso desde Canadá y EEUU.

Silvia Arrieta, Secretaria de Turismo de Miramar de Ansenuza, en comunicación con «Un día de Gloria»

La rica historia de Miramar de Ansenuza se remonta al siglo 20, cuando el boom del turismo de salud era una especie de imán para viajeros de todo el mundo, que llegaban atraídos por las aguas y barros curativos de Mar Chiquita. Todo esto llevó a la construcción de decenas de hoteles, como el emblemático Gran Hotel Viena

Uno de los imperdibles de Miramar de Ansenuza es esta construcción abandonada, con paredes despintadas y afectadas por la humedad. Lo cierto, es que el Gran Hotel Viena esconde mucha historia, mitos y leyendas. Las ruinas de lo que supo ser un alojamiento de lujo a fines de la década del 40 es todo un motor turístico de Miramar