Sospecha de lavado de dinero en la construcción de un edificio hoy paralizado. La fiduciaria y la empresa constructora tienen domicilio inexistente. Destruyeron desde hace 5 años la casa y la vida de una familia sanlorencina. Falta de control y estudios serios para aprobar construcciones en la ciudad.

Una familia sanlorencina vive un infierno desde hace poco mas de 5 años cuando la construcción de un edificio al lado de su casa socavó los cimientos e hizo la propiedad prácticamente inhabitable.

Jimena, la propietaria, relató en «Un día de Gloria» los padecimientos que le trajo el edificio lindero de Bv Sargento Cabral y 9 de Julio.

Julieta en «Un día de Gloria»

Su casa está con peligro de derrumbre por un edificio lindero en construcción en San Lorenzo. Se inunda cuando llueve con peligro de electrocución. Sus padecimientos tienen más de 5 años y no le dan otra solución que derrumbar la vivienda pero nadie se hace responsable.

Consultado el concejal Marcelo Remondino sobre el problema de este edifico de 13 pisos que hoy se encuentra paralizado y en su momento debió obtener una excepción municipal para autorizar su construcción.

Hay un fuerte sospecha, según el edil, de que se trata de una operación de lavado de dinero de la corrupción ya que nunca hubo un ingeniero visible a cargo y según pudo constatar la propia vecina damnificada, tanto la fiduciaria como la empresa constructora no tienen un domicilio real. Las direcciones que figuraban en los carteles de obra pertenecían a un terreno baldío y un pequeño comercio de barrio.

Remondino nombra en la entrevista  a personas que supuestamente están involucradas en el fideicomiso que levantó la estructura, hoy abandonada, y a la UCI, Unión de Comerciantes e Industriales de San Lorenzo que en su momento comercializó y supervisó la torre en cuestión.

Por otro lado, responsabiliza a la Municipalidad de San Lorenzo por la falta de controles y respuestas ante la denuncia de la familia perjudicada.

El área de obras del municipio constató los daños en la casa lindera pero, hasta el momento, no hubo ninguna solución propuesta, como lo ratifica Jimena, ni denuncia contra los constructores y fideicomisarios.