Durante el pasado mes de setiembre, el Arzobispado de Rosario emitió un comunicado por medio del cual «suspende» el aval de la Iglesia Católica a «cualquier actividad pastoral» de Leda Bergonzi.
La entidad decidió no acompañar más las actividades organizadas por la líder de «Soplo de Dios Viviente«, «hasta tanto no se avance en este proceso de purificación y cumplimiento de las indicaciones oportunamente dadas, prudencialmente se suspende cualquier actividad pastoral realizada en nombre de la Iglesia Católica» indica y agrega que «es de exclusiva responsabilidad de la Sra. Leda BERGONZI y del grupo «Soplo de Dios viviente» las actividades y los espectáculos artísticos que ofrecen en distintos lugares, conjuntamente con sus organizadores, aún cuando con ocasión de ellos se anuncie que se realizará imposición de manos, gesto que la Iglesia siempre reservó a los sacerdotes para la comunicación del Espíritu Santo»
El documento lleva la firma de Eduardo Eliseo Martín, arzobispo de Rosario.
Tras la decisión tomada por el arzobispo, la cuenta de Instagram de Soplo de Dios Viviente anunció desde sus historias la suspensión de un encuentro programado para el 15 de octubre en el camping de Recolección y Barrido y lo atribuyó a tal medida eclesiástica.
«Un día de Gloria» se comunicó con el Dr Guillermo Grisolía, experto de temas religiosos y allegado y asesor jurídico del Arzobispado de Rosario que viene haciendo declaraciones públicas sobre la presunta sanadora y sus actividdaes desde sus comienzos en la Catedral rosarina hasta el anuncio de su gira de espectáculos donde planeaba realizar la “imposición de manos” –una práctica que la Iglesia reserva sólo para los sacerdotes.
«Es una gran mentira lo de Leda y de estos manochantas y curranderos hay muchos y sobre todo aparecen en épocas de carencia económica» sostiene y agrega que en el fondo es sólo una cuestión de recaudación de dinero.
«Las personas, sobre todo si hay una enfermedad de por medio, se agarran de cualquier cosa y dan lo que no tienen»
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