En medio de un luto de tres días de duelo decretado por el Gobierno de Santa Fe se llevó a cabo este martes 29, la ceremonia de despedida de los restos de Alejandra Olivera en la Legislatura santafesina que convocó a cientos de personas: fanáticos, vecinos, referentes del boxeo y del deporte local que querían darle el último adiós a una figura emblemática.
El féretro llegó pasadas las 16 y la fila para ingresar se extendía hasta la calle.
A pedido de la familio todo estaba listo para la cremación en el cementerio municipal de Santa Fe del cuerpo de «Locomotora» Olivera pero la Justicia federal ordenó suspender el procedimiento y preservar el cuerpo.
La decisión llegó tras una denuncia que exige investigar si su muerte pudo haber estado vinculada con el consumo -consciente o no- de esteroides o anabólicos.
El pedido fue presentado por el fisicoculturista mendocino Aldo Parodi, a través de su abogada Patricia Apesteguy. Según consta en la presentación, se solicita que se realice una autopsia judicial que determine si Oliveras recibió sustancias prohibidas que pudieran haber desencadenado el ACV isquémico que la dejó en coma durante varios días.
Desde el Ministerio Público Fiscal se pidió frenar la cremación prevista para este miércoles y resguardar el cuerpo “en condiciones adecuadas” para una eventual autopsia. La denuncia, que será girada al Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe, plantea que la campeona mundial pudo haber recibido esas sustancias en un contexto no regulado ni supervisado
El argumento central es que una eventual cremación impediría esclarecer si hubo o no responsabilidades penales vinculadas a su fallecimiento. La decisión sorprendió incluso a la familia, que ya había dispuesto la despedida final.
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