La noticia daba cuenta de que los cuerpos de dos hombres fueron hallados por personal policial, minutos después de las 18, en el interior de un VW Vento blanco estacionado en pasaje Schork y Nicaragua, detrás de la fábrica de La Virginia en barrio Larrea de Rosario.
El hecho que ocurrió el viernes pasado por al parte involucraba a Gaspar Claudio Corapi, de 28 años, y erróneamente se comunicó que se trataba de Juan Pablo Martínez, de 40. Ambos con domicilios en Granadero Baigorria. Trascendió de fuentes cercanas a la investigación que ambos hombres habrían sido atacados por un grupo de personas que huyeron del lugar en un automóvil de color gris.
Fuentes que investigan la narcocriminalidad coincidieron en que, además de electricista, “Gaspi” Corapi era un vendedor de drogas baigorriense que se encontraba en la bajada Formosa el 26 de diciembre de 2020, ocasión en que mataron a Facundo Contreras de 24 años, homicidio que provocó conmoción pública en la ciudad
Finalmente, un parte de prensa la Fiscalía Regional Rosario al rectificó la identidad de una de las víctimas de la emboscada: se trataba de Bruno Anzoategui (32) y no Juan Pablo Martínez como se informó en forma oficial inicialmente.
Sobre “El Vasco” Anzoategui, trascendió que su pasión era el Iracing, los videojuegos de simulación de automovilismo, ambiente que lo despidió con mucho dolor en las redes sociales. “Era una buena persona que estaba en el lugar equivocado con la personas equivocada”, aseguró un allegado.
Vanesa Montenegro, periodista de Granadero Baigorria amplia que a las dos personas asesinadas las unía una relación de parentesco.
Más historias
«Mi defendido no tiene nada que ver con la muerte de Sofía» dice el abogado de Bauman, el tercer hombre imputado por el femicidio de la joven.
CAUSA SOFIA: la declaración del tercer hombre. El empleado del taller sostuvo que no tiene nada que ver con el homicidio. Tras sus dichos incautaron una camioneta F100 en la que habrían trasladado el cuerpo.
«Un crimen macabro y planeado» dice el Dr Filippini sobre el asesinato de Sofía. Hace referencia a los escabrosos detalles de la reconstrucción de los hechos que se hacen en base a los mensajes en los celulares de los imputados: «La vamos a hacer cagar»