Marcela Lozano, de profesión abogada, militante social y trabajadora de temas con perspectiva de género ha sido siempre una mujer muy activa. Sigue ejerciendo su profesión pero cómo la encontró este año de encierro?
«La pandemia me ha llevado por caminos insospechados» confiesa. «Siempre estuve ligada a la problemática de la mujer y si bien nos se puede decir que sea pionera, sí fui una de las primeras en traer el tema de los derechos de las mujeres a lo local y me gustaba hacerlo»
En estos últimos tiempos, cuenta que se unió a una convocatoria de mujeres «viejas» como se la llamó en un principio -aunque asegura que no le gusta el término- con el fin de tratar desde la virtualidad provocada por el encierro pandémico, la problemática de las mujeres grandes -ahora sí le gusta más el término. Y así, sostiene, «romper con los estereotipos, como rompe el feminismo en general pero que en las mujeres de mayor edad se potencia y llega a la estigmatización por la pérdida de la belleza, el físico, tan valorados por la sociedad y nos discriminan» asegura. «Y otro tanto sucede con el trabajo donde parece que la mujer a partir de determinada edad ya no sirve para nada» agrega Marcela.
Lozano fue concejal de la ciudad de San Lorenzo y dice que «lo volvería a hacer. Lo llevo en la sangre».
Sostiene que esa función le permitió hacer muchas cosas con las que había soñado pero «más allá del trabajo formal como concejal o la movida por los derechos humanos que protagonicé, sin embargo, pude hacer muchas otras que no eran parte de la actividad de un concejal, como ayudar a mujeres que sufrían violencia de género cuando acá no había nadie que las asistiera, gestionar subsidios para las que se quedaban sin nada, acompañar a niñas violadas. Yo estaba ahí. El ser concejal te da acceso a vínculos que de otra manera no tenés»
Y hoy, sostiene, «el Estado sigue fallando porque si no no pasarían los hechos de violencia y femicidios que ocurren». «A nivel país, a nivel mundial, la justicia machista falla porque no sanciona a los responsables y victimiza una y otra vez a la mujer agredida», pero insiste, «el Estado en general falla por la que mujer denuncia 10 veces y no encuentra asistencia»
La entrevista giró hacia un tema muy actual, la droga y la narcocriminalidad que hoy atraviesa nuestra ciudad.
Marcela recuerda que hace más de 10 años ya lo hablaba en soledad. «Con mucha resistencia de parte de mis colegas en el concejo cité a la policía para denunciar bunkers, kiosquitos de venta de droga que el vecino venía y me contaba dónde estaban» «Sufrí amenazas y persecución a mi familia por eso»
«El político debe involucrarse para combatir las causas», entiende «porque la narcocriminalidad crece por la falta de contención social que le provee mano de obra al narco».
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