Sobre el fin de la semana pasada fueron velaron los restos de Renzo Carrizo que falleció el domingo 15 en el Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo.
El pequeño de 6 años, por razones que se investigan se habría desvanecido o convulsionado en una pileta de lona acorde a su edad, y habría tenido un principio de ahogamiento, según contó su familia. Le realizaron RCP y lo trasladaron con vida al hospital local donde fue estabilizado y quedó en observación.
Alguna horas después volvió a convulsionar -una patología que padecía pero para la cual estaba medicado adecuadamente- e hizo un paro cardíaco falleciendo lamentablemente en el efector de salud
El pre informe de la autopsia emitido por el Instituto Médico Legal de Rosario no es concluyente pero se continpuan realizando exámenes complementarios que pueden despejar sobre si el fallecimiento tiene relación con su patología preexistente o sobre la experticia de quienes lo trataron en el Granaderos
La autopsia se realizó bajo el protocolo de”mala Praxis médica” según explicó en «Un día de Gloria», el abogado de la familia de Renzo, Gabriel Filippini quien adelantó que se están realizando otras medidas por orden de la Fiscal Natalia Benvenutto.
La familia continúa insistiendo en la denuncia de que no había pediatra ese domingo que pudiera atenderlo. Filippini indica que la médica a cargo del área pediátrica del Hospital daba instrucciones telefónicas a quienes atendían al nene y también insisten en que Renzo no fue trasladado a un nosocomio rosarino de mayor complejidad porque nadie quiso firmar la derivación a pesar de la intención de los padres en ese sentido
El director del Hospital, Eduardo Ros, explicó en su momento que no hubo negligencia médica y que las cosas se hicieron como correspondía.
Acompañado del vicedirector Emanuel Grilli, ofreció una conferencia de prensa para brindar detalles sobre la atención brindada y las circunstancias del caso.
Indicó que «Renzo sufrió una primera convulsión que fue tratada de acuerdo con los protocolos médicos, logrando su compensación. Sin embargo, minutos después, el niño presentó una segunda convulsión más severa, que derivó en un paro cardiorrespiratorio. A pesar de los esfuerzos del personal médico y de enfermería, y de realizar las maniobras de resucitación correspondientes, no fue posible salvarle la vida», aseguró y señaló que Renzo tenía antecedentes de convulsiones refractarias, una condición que complicaba su pronóstico.
Admitió que actualmente no cuentan con una guardia pediátrica las 24 horas. Sin embargo, reconoció que «la presencia de un pediatra no hubiera cambiado el desenlace. Se trató de un cuadro grave de convulsiones»
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