“Ayudame que me muero”: siguen las dudas detrás del atroz crimen de una joven embarazada en San Lorenzo. Después de un año no hay detenidos y la investigación está parada

A partir de la denuncia, la policía comenzó a rastrear a los asesinos y secuestró un vehículo similar en la estación de servicio YPF del Acceso Sur en la ruta A012, una Eco Sport roja

En el marco de la investigación que conduce la fiscal Natalia Benvenuto, el gabinete criminalístico del MPA recogió vainas servidas de proyectiles 9 milímetros y calibre 40 en la escena del crimen.

“Vi un humo terrible, pensé que había explotado algo ahí o que se quemaron los cables”, contó Franco Moreira, su pareja. Lo que él escuchó fueron los disparos ejecutados por los sicarios. Al entrar a la casa, vio a la muchacha cubierta de sangre y la escuchó decir “Por favor, ayudame que me muero, no puedo respirar”.

“Como la vimos que se desangraba, la cargué en la chata y la llevamos al hospital de San Lorenzo. Yo manejaba y el primo tapaba las heridas con un trapo”, agregó Franco.

De acuerdo a la primera hipótesis de la policía, el crimen fue cometido por al menos dos delincuentes. Según la reconstrucción, uno de ellos golpeó las manos en el frente de la casa y cuando Brenda atendió la atacaron. Los agresores escaparon luego a bordo de un automóvil rojo, pero no trascendieron indicios del motivo del ataque.

Ya pasó casi un año del asesinato de Brenda no hay indicios de que la investigación haya avanzado. «Nunca pude hablar con la fiscal» dice Sergio Sandoval en diálogo con «Un día de Gloria»