Entre el ámbito público y el privado. Una mujer con un pasado en la gestión pública y un presente dedicada a la familia y su actividad profesional

Mónica de la Quintana tiene un pasado en la función pública y un presente en el que lo público, «es la plaza con mis nietos, las colas en los bancos para pagar impuestos, la compra en el supermercado» comienza Mónica advirtiendo en la entrevista de «Mujeres Históricas»

No se siente muy cómoda volviendo una y otra vez sobre la etapa en la que ocupó cargos públicos -la secretaria de obras públicas y la intendencia de San Lorenzo. pero sobre la que muchos se empeñan en volver. Quizás porque marcó un rumbo en una época «muy difícil» como recuerda ella, «sin recursos en el 2001, cuando estábamos abriendo un camino de compartir responsabilidades con los hombres, de tomar las mujeres decisiones en el ámbito ejecutivo sin estar bajo la lupa por ser mujeres»

«A las personas se las debe juzgar por sus acciones, por el nivel de confianza que despiertan y no por su vestimenta, la subestimación de género que padecí mucho tiempo» pero aclara que por sobre todo se siente orgullosa por la participación en la toma de decisiones que hubo durante su gestión y puesta a mencionar sólo algunas de las obras que recuerda de su paso por el municipio sanlorencino, menciona el espacio de educación para adultos que funciona en la escuela Juana Azurduy y el centro comunitario Virgen de Itatí en barrio Mitre donde mujeres llevaban adelante, con su propio esfuerzo cooperativas de trabajo.

Tras ese paso por la gestión municipal, se dedicó a su familia y la ambientación para eventos, actividad ahora interrumpida por la pandemia, pero hay una circunstancia que le impide alejarse del todo del ámbito público y es el hecho de que es la esposa de un hombre fuerte del departamento San Lorenzo y la política santafesina, el senador provincial Armando «Pipi» Traferri.

Trata de amalgamar esa circunstancia de ser la mujer de un hombre con dedicación «full time» a su trabajo y por otro lado la vida familiar. «En casa es un lugar donde se comparte todo, Se habla de política, por supuesto, pero cada uno tiene su opinión y aceptamos las diferencias. Entiendo la familia como un ámbito donde cada integrante puede desarrollarse»

No puede escapar a la pregunta sobre la situación sobre la que está atravesando el legislador y la causa que se le pretendió armar sobre su participación en el juego clandestino. «En lo emocional hubo momentos  tensos por no saber hasta dónde se quería dañar la integridad de una persona y su familia pero siempre nos mantuvimos unidos» asegura Mónica y agrega que «nos tranquiliza que el tiempo pone las cosas en su lugar, las cuestiones van saliendo a la luz, todo se va esclareciendo».

Su actualidad pasa por la vida familiar y su participación en el equipo del senador que trabaja en la Casa del Senado en San Lorenzo. «Lo hago desde la experiencia de haber actuado en un cargo ejecutivo y siempre con la convicción de escuchar a los jóvenes, que son muchos en ese grupo que acompaña a Pipi y dar lugar a la participación»

«Las candidaturas son secundarias» responde cuando se le pregunta si va a volver a participar en política como candidata. No dice ni si ni no. Pero aclara que le preocupa la cantidad de temas que aun siguen sin solución. «Me llama la  atención cómo hay problemas que persisten: la trata de personas y las cuestiones de género, la falta de acceso a la educación, la ayuda social, la salud, la se gu ri dad», remarca. Y tiene un párrafo aparte para la desaparición de Paula Perassi como dentro de estas causas pendientes.

Muchos títulos para una mujer que abrió caminos: madre y abuela, esposa de un hombre fuerte, ex intendenta, militante política y social. Deja alguna duda sobre si en el futuro buscará alguno más pero ninguna sobre las convicciones que la guiaron en su camino.