
“Armamos una familia de seis, viajando en un auto viejo – dice Herman–. Queremos inspirar a otros a soñar.” Y será verdad que la pasan bien porque siempre se los escucha alegres y se los ve con caras sonrientes.
Hernan y Candelaria dejaron su casa recién construida en Cardales, provincia de Buenos Aires el 25 de enero del 2000 con destino en el otro extremo del continente americano: Alaska.
Se subieron al auto y arrancaron pensando que volverían en seis meses. Pero comenzaron uno de los viajes jamás hechos. Ese día, Cande y Herman, un matrimonio veinteañero con unos miles de euros ahorrados, registraron en el Obelisco el inicio de su travesía: la aventura de atravesar América en un auto antiguo.
“Secretaria” y “electricista” declararon cuando salieron del país. Lo ahorrado sólo alcanzaron hasta Ecuador. Pero el sueño, más tarde, se cumplió y se multiplicó. Se las rebuscaron. Y el viaje se extendió.
Lleva más de dos décadas. Tuvieron cuatro hijos en el camino: Pampa, Tehue, Paloma y Wallaby. Y, siempre con el mismo vehículo Graham-Page de 1928, recorrieron los cinco continentes.
Para mantenerse veinte años en el camino vendieron artesanías, libretitas, postales y cuadros pintados por Cande. “En Colombia empezamos a escribir. El primer libro fue muy chiquito, de bolsillo. Nos llevó hasta Alaska”, recuerda. Y agrega: “Elegimos compartir un mensaje en lugar de ofrecer algo material. Nunca tuvimos patrocinio ni publicidad. Nos apoyan quienes nos reciben en una posada o nos invitan a dar una charla” comenta Herman en «Un día de Gloria»
El auto tiene una carpa que se arma en el techo, para los chicos. Los asientos se reclinan y queda una cama para dos. Podemos acampar hasta en medio de Nueva York. No necesitamos pasto. Pero casi nunca pasamos la noche en el auto, sólo en un desierto. Buscamos dormir en casas de familia. Aunque recordamos lugares donde hubiéramos preferido quedar afuera. «Volveríamos a todos los países que recorrimos menos a Japón y a Alemania» asegura Herman
Candelaria cuenta en «Un día de Gloria» sobre sus embarazos: «tenía una historia clínica ambulante. En cada control, en el destino que tocara, pedía que me escribieran un informe para mostrar al siguiente médico, en cualquier país. Con mis cuadros pagamos las ecografías. Tuve dos partos en hospital (en EE.UU. y Argentina) y dos en casa de familia (en Canadá y en Australia, el último fue en el agua).
Los Zapp estarán en San Lorenzo esta próxima semana contando vivencias, presentando sus libros y videos en el Complejo Museológico y dando un charla en el teatro.
Estadísticas de los Zapp:
362.000 kilómetros recorridos.
102 países conocidos.
5 continentes visitados.
8 sets de neumáticos utilizados.
2 aperturas de motor realizadas.
Más de 2000 hogares los recibieron.
Más de 100.000 libros “Atrapa tu Sueño” vendidos.
Enfermedades: Herman contrajo malaria.
15 barcos como medio para cruzar mares y cientos de ferris.
Ningún litro de gasolina gastado. Más bien, todos fueron muy bien invertidos.
Incontables (y aún no suficientes) noches acampando frente al mar, lagos, ríos, islas, montañas y desiertos
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